sábado, 29 de octubre de 2011

Osho: Debes elegir...

Debes elegir. Y una vez lo haces quedas desgarrado, estás en un dilema, atrapado en un dilema.
En el momento en que eliges aparece la dificultad. Por eso hay tanta gente que elige no elegir; viven una vida sin rumbo; lo que pasa, pasa. No eligen, porque en el momento en que eligen, aparece la ansiedad.
¿Te has dado cuenta de que siempre que has de tomar una decisión estás muy ansioso? Tal vez se ...trate de una decisión muy corriente. Estás comprando un par de zapatos y no te decides por ninguno, y aumenta la ansiedad. La situación es bien tonta pero, no obstante, la ansiedad va en aumento.
Tu madre te dice que ese par está bien. Tu padre te dice que no la escuches, que dice tonterías, que el par que está bien es aquél otro. Tu energía masculina dice una cosa, y tu energía femenina, otra. Tu energía femenina mantiene actitudes distintas; se fija en la belleza del par de zapatos, la forma, el color, la estética... La energía masculina tiene una actitud distinta. Se fija en la durabilidad del zapato, el precio, la fuerza, si el zapato tiene una forma potente, para que cuando andes por las calles tu ego masculino se regocije.
Cada cosa que elige el ego masculino tiene algo de símbolo fálico. El ego masculino elige un coche veloz... un símbolo fálico, vigoroso. A los volantes de grandes coches fálicos siempre va gente impotente. Cuantos más impotentes son, más potente es el coche que eligen. Han de compensar.
El ego masculino siempre elige lo que colmará al ego masculino: "soy potente y poderoso", ésa sería la consideración de base. El ego femenino elige algo que proporcione otro tipo de poder: "soy hermoso-a". De ahí que nunca lleguen a un acuerdo. Si tu madre compra algo, tu padre seguramente no estará de acuerdo. No tienen por qué estar de acuerdo, sus visiones son distintas.
Sucedió en una ocasión:

El mulá Nasrudín lo intentó con muchas chicas, pero su madre las rechazaba a todas. Así que acudió a mí.
-Por favor, ayúdame -dijo él-. Elija a quien elija, mi madre es tan dominante y agresiva que las rechaza de inmediato. Estoy cansado. ¿Es que me voy a quedar soltero para siempre?
Así que le dije:
-Haga una cosa. Elija a una mujer teniendo en cuenta los gustos de su madre. Sólo entonces dará su consentimiento.
Finalmente halló a una mujer. Estaba muy contento, y me dijo: -Camina como mi madre, viste el mismo estilo de ropa que ella, elige los mismos colores, cocina del mismo modo. Espero que le guste. -Pruebe a ver -le dije. Y a la madre le gustó, le gustó muchísimo, y el mulá regresó, pero muy triste, y le pregunté: -¿Por qué está triste? -Parece que me quedaré soltero para siempre -me contestó.
-¿Qué ha pasado? ¿No le gustó a su madre?
-Sí, le gustó muchísimo. Pero mi padre la rechazó. ¡Ahora sí que es imposible! Mi padre dice:
-Es igual que tu madre. ¡Con una basta! Yo estoy harto, ¡no te metas en los mismso problemas que he tenido yo! ¡Estás cometiendo el mismo error!

Estas dos polaridades son las que descansan en la base de tu ansiedad, y todo el esfuerzo de un buda, de un maestro, está dirigido a ayudarte a ir más allá de esta dualidad.
Osho- And The Buddha Said
Disertaciones sobre
"El Sutra de los 42 Capítulos"
Capítulo 5, La Verdad Más Allá de la Magia
Págs. 90,91

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