domingo, 2 de marzo de 2014

MARCHA MUNDIAL POR LA PAZ EN VENEZUELA

Busca y encuentra en tu ciudad, el lugar de concentración para la marcha mundial del próximo 8 de marzo 2014, por la paz en Venezuela

martes, 28 de enero de 2014

Sannyasins y Amigos de Osho...




Sannyasin y Amigos de Osho, tienen tiempo hasta el 31 de este mes, inclusive durante todo el día para votar, estas votaciones serán entregadas al Gobierno de la India.

https://secure.avaaz.org/en/petition/Ministry_of_Home_Affairs_Government_of_Inida_CBI_inquiry_into_irregularity_and_illegal_activites_at_Osho_Ashram_Pune/?copy

miércoles, 15 de mayo de 2013

Osho: Esta es la polaridad básica de la vida: el amor y la meditación...

Esta es la polaridad básica de la vida: el amor y la meditación. Las personas que intentan vivir solo del amor se vuelven muy limitadas. Pierden infinitud y pureza y se vuelven superficiales. Vivir siempre en una relación siginifica vivir siempre en los límites en los que te puedas encontrar con la otra persona. Así que siempre estás en la puerta, y no te puedes mover de tu palacio, porque la puerta es el único lugar de encuentro por el que pasa la otra persona. Así que las personas que solo viven del amor y poco a poco se vuelven superficiales, su vida pierde profundidad. Y las personas que solo viven de la meditación se volverán muy profundas, pero su vida perderá color, perderá la danza extática, la capacidad orgásmica del ser.
La auténtica humanidad, la humanidad del futuro, vivirá de ambas polaridades a la vez, y eso es lo que yo pretendo. Eso es lo que quiero decir yo con sannyas, vivir de ambas polaridades a la vez, el amor y la meditación. Uno deberá sentirse libre para pasar de una a otra, sin que ningun a polaridad se convirtiera en un encarcelamiento. No deberías tener miedo del mercado, ni tampoco deberías tener mucho miedo del monasterio. Deberías sentirte libre para pasar del mercado al monasterio y del monasterio al mercado.
Esta libertad, esta flexibilidad de movimiento, es a lo que yo denomino sannyas. Cuanto mayor sea la oscilación, más rica será tu vida. Es tentador permanecer solamente en una de las polaridades porque la vida es más simple. Si solo estás con gente, en la multitud, es simple. La complejidad surge en la contradicción, el polo opuesto.
Osho- El Martillo en la Roca

miércoles, 3 de abril de 2013

Osho: ¿Cómo puedo saber si lo que se está apoderando de mí es desapego o infiderencia?

Pregunta 4


¿Cómo puedo saber si lo que se está apoderando de mí es desapego o indiferencia?

NO ES DIFÍCIL SABERLO. ¿Cómo sabes cuándo tienes dolor de cabeza y cuándo no tienes dolor de cabeza? Está clarísimo. Si aumenta el desapego, te volverás más saludable, más feliz; tu vida se convertirá en una vida de alegría. Ése es el criterio de todo lo que es bueno. El criterio a seguir es la alegría. Si está aumentando tu alegría, quiere decir que estás creciendo y estás yendo a tu hogar. Con la indiferencia no hay posibilidad de que pueda crecer la alegría. De hecho, si tienes alguna alegría, desaparecerá.

La felicidad es salud y, para mí, la religiosidad es básicamente hedonista. El hedonismo es la verdadera esencia de la religión. Ser feliz lo es todo. De modo que recuerda: si las cosas van bien y te estás moviendo en la dirección adecuada, cada momento te proporcionará más alegría, como si te estuvieras dirigiendo hacia un maravilloso jardín. Cuanto más te acerques, más fresco será el aire, más puro, más fragante. Esa será la señal de que te estás moviendo en la dirección adecuada. Si el aire se vuelve menos fresco, menos puro, menos fragante, entonces quiere decir que te estás moviendo en la dirección opuesta.

La existencia está hecha de felicidad: es su materia prima. La alegría es la materia prima de la que está hecha la existencia. Así que siempre que te estés dirigiendo hacia el camino de convertirte en un ser más existencial, te llenarás cada vez más de alegría, de disfrute, sin ninguna razón especial. Si te diriges hacia el desapego, aumentará el amor, aumentará la alegría, abandonarás el apego, porque el apego trae consigo infelicidad, trae consigo ataduras, destruirá tu libertad.

Sin embargo, si te estás volviendo indiferente... La indiferencia es una falsa moneda; sólo se parece al desapego. Nada crecerá en ella. Simplemente te aislarás y morirás. Ve y observa; hay muchos monjes en el mundo —católicos, hindúes, jainistas, budistas—. Obsérvalos. No te inspiran un sentimiento radiante, no tienen un aura de frescura, no parecen más vivos de lo que tú estás; de hecho, parecen menos vivos, lisiados, paralizados. Controlados, por supuesto, pero no con una disciplina profunda e interna; controlados pero no conscientes. Siguiendo una cierta conciencia que la sociedad les ha dado, pero sin ser conscientes aún, sin ser libres aún, sin ser individuos aún. Viven como si estuvieran ya en sus tumbas, simplemente esperando la muerte. Sus vidas se vuelven lánguidas, monótonas, tristes; es una especie de desesperación.

Cuidado. Siempre que algo va mal hay señales en tu ser. La tristeza es una señal, la depresión es una señal. La alegría, la celebración también son señales. Si te diriges hacia el desapego, oirás más canciones. Danzarás cada vez más y te volverás más amante.

Recuerda: el amor no es apego. El amor no conoce el apego, y aquello que conoce el apego no es amor. Eso es deseo de posesión, dominación, adhesión, miedo, avaricia; pueden ser mil cosas pero no es amor. Hay otras cosas que están desfilando en el nombre del amor, hay otras cosas que se están ocultando tras su nombre, pero en la botella se ha pegado la etiqueta Amor. Dentro encontrarás muchas cosas, pero de ninguna manera amor.

Observa. Si estás apegado a una persona, ¿estás enamorado? ¿O es que tienes miedo a tu soledad y por eso te aferras al otro? Como no puedes estar solo, usas a esa persona para no estar solo. Entonces tienes miedo. Si esa persona se va a otro lugar o se enamora de otra persona, entonces la matarás y dirás: «Estaba tan aferrado que no podría vivir sin ella o sin él».

Es una completa estupidez. Eso no es amor; es otra cosa. Tienes miedo de tu soledad, no eres capaz de estar contigo mismo, necesitas a otra persona para distraerte. Además, quieres poseer a la otra persona, quieres utilizarla como un medio para conseguir tus fines. Usar a otra persona como un instrumento es violencia.

Emmanuel Kant lo ha convertido en uno de los fundamentos de su vida moral. Él solía decir que utilizar a una persona como un instrumento es uno de los actos más inmorales que existen. Porque cuando usas a la otra persona como un instrumento, para tu gratificación, para tu deseo sexual, para tu miedo o para cualquier otra cosa, cuando usas a la otra persona como un instrumento, estás reduciendo a esa persona a una cosa. Estás destruyendo su libertad, estás matando su alma.

El alma solo puede crecer en libertad; el amor es libertad. Cuando das libertad, eres libre; en eso consiste el desapego. Si impones la servidumbre en la otra persona, te estarás aprisionando a ti mismo al mismo tiempo; si tú defines a la otra persona, la otra persona te definirá a ti; si estás tratando de poseer a la otra persona, la otra persona te poseerá a ti.

Así es como las parejas transcurren todas sus vidas: luchando por dominar al otro. Ambos luchan, el hombre a su manera, la mujer a su manera. Es una lucha y una discusión continua. El hombre piensa que, en cierta manera, controla a la mujer y la mujer piensa que, en cierta manera, controla al hombre. El control no es amor.

Nunca utilices a una persona como un instrumento. Trata a toda persona como un fin en sí mismo; de esta manera no te apegas, no te atas. Amas, pero tu amor da libertad, y cuando das libertad a la otra persona, eres libre. Sólo en libertad crece tu alma. Te sentirás muy, muy feliz.

El mundo se ha convertido en un lugar muy infeliz, no porque el mundo sea un lugar infeliz, sino porque hay algo que hemos hecho mal. Ese mismo mundo se puede convertir en una celebración.

Tú me has preguntado: ¿Cómo puedo saber si el desapego o la indiferencia se están apoderando de mí? Si te sientes feliz, sea lo que sea lo que está creciendo en ti, más centrada, más arraigada, más viva que nunca, entonces ve de cabeza por ese camino. Entonces no hay temor. Deja que la felicidad sea la clave, el criterio; ninguna otra cosa puede ser la clave.

Lo que digan las escrituras no es un criterio si tu corazón no palpita de felicidad. Lo que yo diga no es el criterio, a menos que tu corazón palpite de felicidad. En el momento en que naciste, te colocaron un sutil indicador. El hecho de que puedas saber siempre qué es lo que ocurre es parte de la vida; puedes sentir siempre si eres feliz o infeliz. Nadie se pregunta cómo sabe si es feliz o infeliz. Nadie se lo ha preguntado nunca. Cuando eres infeliz, lo sabes; cuando eres feliz, lo sabes. Por tanto, es un valor intrínseco. Lo sabes, has nacido sabiéndolo, así que permite que esa indicación intrínseca sea usada, y nunca te equivocarás.

Osho: Libertad

Osho: La religión que yo os propongo...


La religión que yo os propongo es la más elevada. No es para una persona que esté buscando trabajo, no es para una persona que esté pasando hambre, ni para alguién que esté famélico. Para que me entendáis, hay que tener inteligencia. En cierto sentido, hay que estar desengañado con el mundo, tienes que haber experimentado de alguna manera que todo lo que te aporta el mundo no tiene ningún interés, no conduce a nada; es una absoluta pérdida de tiempo. Necesitas algo más, algo que el dinero no puede comprar, algo que la ciencia no puede darte, algo que no puedes encontrar en la calle, algo que tienes que buscar en tu interior.


¿Por qué las personas no están interesadas en sí mismas? Quizá en sus vidas pasadas llegaron a la casa de Dios en algún momento, y desde entonces han estado huyendo. Aunque pongan un bonito nombre a su huida -están buscando a Dios, están buscando la autorrealización, están buscando la iluminación-, en realidad están huyendo de todas estas cosas, están alejándose todo lo posible.

Pero no puedes salir corriendo porque te guste o no la iluminación es tu propio ser.

Osho- Cierra los Ojos y Lánzate

jueves, 28 de junio de 2012

OSHO Now or Never




Dear Friends,
We need your support, we might have differences but we all love our Master Osho and the place that we all created. Please help us that we all can afford to enter that place again. — con Swami Chaitanya Keerti, Shola Carletti, Jivan Utsav



jueves, 3 de mayo de 2012

Osho, ¿Cómo se puede dominar el miedo o eliminarlo del todo?

Osho, ¿Cómo se puede dominar el miedo o eliminarlo del todo?

No es posible eliminar ni dominar el miedo; solamente se puede comprender. La palabra clave aquí es comprender. Solamente el comprender puede provocar una mutación. Si tratas de dominar tu miedo, este permanecerá agazapado en las profundidades de tu ser. No ayudará, sino que complicará las cosas. Siempre que salga a la superficie, querrás reprimirlo, pues eso es lo que significa dominar. Y podrás reprimirlo tan profundamente que lo harás desaparecer de tu conciencia. Entonces, jamás serás consciente de él, aunque eso no quiere decir que no esté allá oculto en el sótano, ejerciendo su influencia. De esa forma, el miedo podrá manejarte y manipularte, pero tan sutilmente que no lo reconocerás por lo que es. Sin embargo, el peligro permanece oculto en el lugar más recóndito, donde es más difícil comprenderlo.
Por tanto, no trates de dominar ni de eliminar el miedo.
Es imposible eliminarlo puesto que contiene un tipo de energía, y la energía no se destruye. ¿Has visto cuán grande puede ser la energía del miedo? Es como la de la ira. Los dos son dos aspectos del mismo fenómeno de energía. La ira es agresiva mientras que el miedo no es agresivo. El miedo es ira en un estado negativo; la ira es miedo en estado positivo. ¿No has observado cuán grande es el poder de la ira cuando se apodera de ti? Podrías incluso lanzar una roca que normalmente ni siquiera podrías levantar. Adquieres un poder tres, cuatro veces mayor cuando la ira invade. Puedes hacer ciertas cosas que no podrías hacer en un estado normal.
Cuando tienes miedo podrías correr a tanta velocidad que hasta un atleta olímpico te envidiaría. El miedo crea energía; el miedo es energía; y la energía no se destruye. No es posible eliminar ni siquiera un ápice de energía. Esto es algo que debes tener presente siempre, o de lo contrario podrías cometer un error. Nada se destruye, sólo se transforma. No es posible destruir ni siquiera un pedrusco; no es posible destruir ni siquiera un átomo de arena. Solamente cambiar su forma. No se puede destruir ni una gota de agua; se puede convertir en hielo, o evaporar, pero siempre permanece. Permanece en alguna parte porque no puede dejar de existir.
Tampoco es posible destruir el miedo. La gente ha tratado de destruir el miedo desde tiempos inmemoriales, como también ha tratado de destruir la ira, y la sexualidad, y la codicia, y esto y aquello. El mundo entero ha hecho esfuerzos continuamente para destruir las energías. ¿Y cuál ha sido el resultado? Que la humanidad esté hecha un desastre. No se ha podido destruir nada, todo sigue aquí. Lo único es que todo es más confuso. No hay necesidad de destruir nada, porque, para comenzar, no es posible destruir cosa alguna.
¿Entonces qué debe hacerse? Es preciso comprender el miedo. ¿Qué es el miedo? ¿Cómo surge? ¿De dónde viene? ¿Cuál es su mensaje? Es preciso examinarlo, sin juzgar, para poder comprenderlo. Si ya tienes la impresión de que el miedo es una equivocación, de que no debería existir –No debería sentir miedo- no estarás en capacidad de observar. Entonces, ¿cómo enfrentar l miedo? ¿Cómo ver al miedo a los ojos si ya han decidido que es su enemigo? Nadie mira al enemigo a los ojos. Si lo consideras malo, tratarás de pasar lejos de él, de evitarlo, de dejarlo de lado. Tratarás de no cruzarse en su camino. Sin embargo, eso de nada servirá porque no por evitarlo desaparecerá.
Lo primero es deshacerse de toda acusación, de toda valoración, de todo juicio. El miedo es una realidad a la cual hay que enfrentar y comprender, y es sólo comprendiéndolo que se puede transformar. En efecto, se transforma a través de la comprensión. No es necesario hacer nada más; la comprensión lo transforma.
¿Qué es el miedo? Para empezar, el miedo siempre se asocia con algún deseo. Quieres convertirte en la persona más famosa del mundo; sentirás miedo. ¿Qué pasará si no lo logras? El temor se apodera de tu ser. Así, el miedo es un subproducto del deseo. Alguien desea ser la persona más rica del mundo. ¿Qué tal si no lo logras? Comienza a temblar y aparece el miedo. Un hombre desea poseer a una mujer y teme no poder aferrarse a ella en el futuro porque ella podría desear irse con otro. Ella está viva y bien puede irse. Solamente una mujer muerta estaría imposibilitada para irse, en cuyo caso el hombre poseería un cadáver y no tendría que temer porque estaría con él para siempre. Es posible poseer un mueble, porque ahí no hay miedo. El miedo se presenta con el deseo de poseer a un ser humano. Quién sabe… ayer el hombre no poseía a la mujer, hoy la posee… quién sabe si mañana sea de alguien más. El miedo surge del deseo de poseer. Es el subproducto de ese deseo de poseer. Si no hay deseo de poseer, no hay miedo. Si no deseas ser esto o aquello en el futuro, no tendrás miedo. Si no deseas ir al cielo, el sacerdote no podrá infundirte miedo. Si no deseas ir a lugar alguno, nadie podrá infundirte miedo.
Si comienzas a vivir el momento, el miedo desaparecerá.
El miedo viene a través del deseo. Básicamente, el deseo engendra miedo.
Observa. Busca de dónde viene el miedo, cuál es el deseo que lo origina, y reconoce su inutilidad. ¿Cómo podría alguien poseer a un hombre o a una mujer? Es una noción completamente estúpida. Solamente se pueden poseer las cosas, no las personas.
La persona es libertad. la persona es bella gracias a su libertad. El ave es bella cuando vuela en el cielo. Cuando se encierra en una jaula, deja de ser la misma. Parece un ave, pero no es la misma. ¿Qué se hizo el cielo? ¿Dónde está el sol? ¿Dónde está el viento? Todos han desaparecido, y el ave no puede ser la misma.
Te enamoras de una mujer porque es libertad. entonces, la pones en una jaula: acuden al tribunal y se casan, y le construyes una hermosa jaula de oro, tachonada de diamantes. Pero la mujer ya no es la misma. Entonces, sobreviene el miedo. Hay miedo porque quizás a la mujer no le agrade su jaula y anhele recuperar su libertad. la libertad es un valor irrenunciable.
El ser humano consta de libertad; la conciencia consta de libertad. Tarde o temprano, la mujer comenzará a sentirse aburrida y hastiada. Comenzará a buscar a alguien más. Entonces, el hombre sentirá miedo porque desea poseer. ¿Pero por qué desea poseer en primer lugar? No seas posesivo y no sentirás temor. Y cuando dejes de sentir miedo, tendrás a tu disposición esa energía que ha estado acaparada y aprisionada en el miedo. Esa energía se convertirá en creatividad. Podrá convertirse en una danza, en una celebración.
¿Sientes miedo de morir? No puedes morir, porque, en primer lugar, no eres. ¿Cómo podrías morir si no eres? Busca en las profundidades de tu ser para ver quién está allí para morir. Si buscas en lo más profundo, no encontrarás ni un ego, ni un “yo”. Entonces, no hay posibilidad de muerte. Es la idea del ego la que da lugar al miedo a la muerte. Si no hay ego, no hay muerte. lo único que hay es el silencio total, ausencia de muerte, eternidad, no en forma de ti, sino en forma de un cielo abierto carente de cualquier idea del “yo” o del ser –ilimitado, indefinido. Entonces no habrá miedo.
El miedo se produce porque hay otras cosas. Tendrás que examinar esas cosas y el hecho mismo de examinarlas desencadenará un cambio.
Entonces, por favor no preguntes cómo puedes dominar o destruir el miedo, porque no se puede dominar, ni eliminar, ni destruir. Solamente se puede comprender. Convierte la comprensión en tu única ley.
Sé que la idea de seguridad externa es una necesidad que nada tiene que ver con la realidad, ¿pero hay acaso una seguridad interior a la cual podamos aspirar?
La seguridad no existe. No hay seguridad, ni interior, ni externa. Esa es la razón por la cual la existencia es tan maravillosa. Imaginen si una rosa se despertara en la mañana pensando en su seguridad. ¿Qué pasaría? Si la rosa pudiera conseguir su seguridad, sería una flor de plástico. Pero como no lo es, vive en medio de la inseguridad. Podría perder sus pétalos a causa de un viento fuerte. O un chico podría pasar corriendo y arrancarla. O podría venir una cabra y comerla. O puede no suceder nada (ni viento, ni chico, ni cabra), pero al llegar la noche, habrá desaparecido. Aunque no suceda nada fuera de lo normal, también ella desaparecerá. Pero en eso radica la belleza de la rosa. Es hermosa porque, viviendo acosada por la muerte, la desafía, desafía los vientos. Tan pequeña y aún así logra imponerse a todas las dificultades y los peligros. Aunque sea tan sólo durante unos minutos o unas horas, no importa (el tiempo es irrelevante), ella vive su momento. Habrá vivido, habrá hablado con los vientos, con el sol y la luna, y habrá contemplado las nubes. Y en todo ello hubo alegría y pasión. Después muere; no se aferra, que se aferrara sería fea. Cuando le llega su momento, la flor sencillamente muere y desaparece, uniéndose a la tierra de donde vino. No hay seguridad externa ni interior. La inseguridad es la materia misma de la cual está hecha la vida.
Esa es la diferencia entre mi trabajo y el de otros maestros. Mientras ellos les dan seguridad; yo les arrebato toda su seguridad. Les hago tomar consciencia de las bellezas de la vida, de sus riesgos; sus peligros y sus incertidumbres. Afino su sensibilidad para que haya más desafío y aventura. Entonces, no importa si ha de haber o no un mañana. El hoy es más que suficiente. Si podemos amar y vivir, el día de hoy es más que suficiente.
Un solo momento de amor profundo es una eternidad. ¿Quién podría pensar en la seguridad en un momento así? La simple idea de una seguridad interior o externa es hija de la codicia y el ego. Es necesario mirar hasta el fondo para comprender que no hay seguridad posible en la situación misma de la existencia. Cuando logren reconocer eso, se producirá una revolución en su ser; habrá sufrido una metamorfosis.
Jesús da a ese momento el nombre de metanoia. Te conviertes, no en un cristiano, católico o protestante, sino que te conviertes para dejar de ser del mundo en ese momento
Buscar seguridad es ser del mundo. Vivir en la inseguridad como una rosa es no ser de este mundo.
La seguridad le pertenece al mundo; la inseguridad le pertenece a la divinidad.
Osho-El Miedo

lunes, 30 de abril de 2012

Osho: Prohibir es atraer, rechazar es invitar, impedir es tentar

Tu mente está muy enferma porque no puede entender una cuestión tan simple. No quieres estar enfadado; entonces el en­fado llega como un mono. No quieres sentirte sexual; entonces el sexo aparece como un mono y se agarra a tu ser. No quieres codiciar, no quieres tener ego, pero todo esto llega. Sin embargo, lo que quieres -espiritualidad, religiosidad, iluminación no parece llegar. Lo que no quieres aparece, y lo que quieres nun­ca aparece. Toda esta frustración ocurre por no entender este simple mecanismo de la mente.
Lo segundo que hay que recordar es que no es necesario insistir en lo que debería estar en la mente y lo que no. Debería­mos estar listos para observar lo que aparezca en nuestras men­tes sin escoger ni poner condiciones. Así podremos empezar a ver lo que es la mente en realidad.
El simple hecho de la naturaleza contradictoria de la men­te es bien conocido por los publicistas de todo el mundo; sin embargo, las personas que educan a la sociedad no lo han entendido. Cuando se anuncia una película «sólo para adultos», los niños van a verla con un bigote falso de escaso valor. Los pu­blicistas saben que para atraer a los niños sólo hay que usar las palabras «sólo para adultos» en el anuncio. Hay revistas para mujeres «sólo para mujeres». Sólo las leen los hombres; las mu­jeres nunca las leen. Me he informado y he descubierto que la mayoría de los compradores son hombres. Y cuando pregunto a los representantes sobre las revistas que venden en la calle me dicen: "-Las mujeres sólo compran revistas «sólo para mujeres”, de vez en cuando normalmente compran revistas «sólo para hombres».
Los publicistas saben qué es lo que atrae a la mente del hombre, pero los líderes religiosos, y los moralistas todavía no lo han entendido. Siguen enseñándole a la gente estupideces como no te enfades, lucha con el enfado». Una persona que lucha con su enfado e intenta huir de él se obsesionará con el enfado toda su vida. Nunca podrá librarse de él. Únicamente la perso­na que está interesada en conocer su enfado frente a frente en lugar de luchar con él, podrá librarse de él.
El segundo punto que debes recordar es que hay que olvi­darse de todos los sentimientos, de conflicto y lucha con cualquier estado mental. Crea simplemente un sentimiento de que­rer saber, compreder, «me gustaría comprender mi mente». Uno debería penetrar en la mente con esta clase de sentimiento sin­cero. Este es el segundo punto.­
Y el tercer punto es no juzgar nada de lo que surja en la mente. No juzgues lo que está mal y lo que está bien. La maldad y la bondad son dos caras de la misma moneda. Donde hay maldad, habrá bondad en la otra cara; donde hay bondad habrá maldad en la otra cara.
Dentro de una persona buena se escode una persona malvada y dentro de una persona malvada se esconde una persona buena. Una persona buena tiene la cara buena de la moneda ha­cia arriba y la cara mala hacia abajo. Cuando una persona bue­na se vuelve mala es peor que la persona más malvada. Y si una persona malvada, se vuelve buena hará palidecer, en comparación, a la persona buena. En una persona mala, la bondad se ha escondido totalmente, sólo se ve la maldad. Pero si cambia y se vuelve un buen hombre, las demás personas buenas palidece­rán a su lado. Una fuerza de bondad fresca y oculta emanará de él. Valmiki o Angulimal son dos buenos ejemplos de esto: fueron personas muy malas que un día se volvieron buenas y brillaron más que ningún santo con su bondad.
Una persona buena y una persona mala no son diferentes; son las dos caras de la misma moneda. Pero el sabio es un tercer tipo de persona, en su interior no hay bondad ni maldad. Des­aparece la moneda. Un sabio no es un hombre bueno, un caba­llero o un santo. En el interior de un caballero siempre hay es­condido un hombre malvado y en el interior de un hombre malvado siempre hay escondido un caballero. Un sabio es deci­didamente un tercer tipo de fenómeno. Está más allá del bien y del mal; no tiene relación alguna con ninguno de los dos. Ha en­trado en una dimensión totalmente distinta, donde el bien y el mal no existen.
Osho- El Libro del Hara
Cap. Conocer la Mente
Págs. 98,100





jueves, 23 de febrero de 2012

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