
-Si alguno de vosotros puede decir la palabra adecuada, salvará al gato.
Nadie dijo ni una palabra, de modo que Nansen cortó el gato en dos y le dio una mitad a cada grupo.
Cuando Joshu regresó esa noche, Nansen le contó lo ocurrido. Joshu no dijo nada. Sólo se puso las sandalias sobre la cabeza y se marchó.
Nansen dijo:
-Si hubieses estado aquí, habrías salvado al gato.
La vida no puede ser salvada por la mente, el pensar, la lógica.
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