sábado, 31 de enero de 2009

El águila es un símbolo de libertad. Solitaria va cruzando el sol, lejos, en el cielo sin fronteras, sin temor.

Solitaria va cruzando el sol, lejos, en el cielo sin fronteras, sin temor. Sabiduría y libertad son dos aspectos de la misma moneda.
Viviendo diez años en las montañas, Zarathustra alcanzó el éxtasis de estar solo, la pureza de estar solo, la independencia de estar solo. Y es aquí donde es único entre otras personas despiertas: cuando ellos descubrieron, permanecieron en sus alturas, Zarathustra comenzó su descenso, volviendo a la multitud.
Tenía que entregarle a la humanidad el mensaje de que estás sufriendo inne­cesariamente, estás siendo dependiente innecesariamente, estás creando toda cla­se de prisiones para ti mismo, sólo por sentirte a salvo y seguro.

Zarathustra bajó solo de las montañas sin encontrar a nadie. Pero al
llegar a los bosques surgió ante él de repente un viejo de cabellos
blancos, que había salido de su santa cabaña para buscar raíces en
la selva. Y el viejo habló de esta suerte a Zarathustra.
"No me es desconocido este viajero, hace años que pasó por aquí.
Se llamaba Zarathustra pero ha cambiado”.

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