lunes, 14 de septiembre de 2009



La meditación jamás emana del miedo sino de la comprensión. La meditación proviene del amor y la compasión. La meditación proviene de vivir en todos los climas y todas las estaciones, de escudriñar a fondo todos los hechos de la vida para comprenderlos y, entonces, desechar aquellos que carecen de peso y acoger aquellos que son significativos, hasta aprender a conservar lo esencial y descartar lo que no es esencial.
El trigo y la cizaña siempre están ahí. Las rosas y los espinos siempre están ahí. Y debemos diferenciar entre el trigo y la cizaña para almacenar el trigo y descartar la cizaña.
Ese es el grado de inteligencia que se requiere, de lo contrario no es posible llegar a ser una persona religiosa. Los miedos no proporcionan comprensión, sino que en realidad nublan la mente y no permiten aclarar lo que es la vida. No permiten experimentar la vida plenamente, y adentrarse en ella, se oponen a la existencia.
La meditación tiene lugar cuando se vive y se observa la vida a medida que sucede.
Osho- El Principio Zen
Págs.181,182

1 comentario:

Miquina dijo...

Las meditaciones son excelentes... gracias por regalarnos esos momentos maravillosos !!!